El 6 de noviembre de 2018 se mascó la tragedia en el canal del Norte. El transbordador de carga rodada Stena Superfast VII estaba cubriendo la ruta Belfast-Cairnryan con 282 pasajeros a bordo cuando, de pronto, su tripulación avistó un submarino desplazándose en dirección a la embarcación.
La tripulación del puente de mando del ferri detectó al submarino más y más cerca y realizó las maniobras necesarias para esquivarlo. La colisión se evitó, pero el ferri y el submarino se quedaron a una distancia de unos 228 metros el uno del otro, lo que la MAIB considera peligroso.
"Este incidente ocurrió porque el equipo de la sala de control del submarino sobrestimó la distancia hasta el ferri y subestimó su velocidad. Esta combinación provocó que el comandante del submarino y su oficial de guardia tomaran decisiones críticas para la seguridad (...) que en realidad se basaban en información imprecisa", detalla el informe de MAIB.El incidente de noviembre de 2018, por suerte, se quedó en un susto, pero el organismo se muestra preocupado por el hecho de que en la zona que le compete se han producido en los últimos cuatro años dos colisiones y una cuasi colisión entre embarcaciones y submarinos.
"El último suceso, aunque finalmente se quedó en una cuasi colisión, tenía el potencial de ser el más grave de todos, y se evitó solo gracias a las acciones de la tripulación del puente del ferri implicado", alerta la MAIB.
Haciendo clic en "Publicar" da su consentimiento para que recopilemos los datos que figuran en su cuenta de Facebook con el objetivo de permitirle comentar en nuestra web desde dicha cuenta. Para obtener más información sobre cómo tratamos sus datos puede revisar nuestra Política de privacidad.
Si desea retirar su consentimiento, elimine todos sus comentarios.
Todos los comentarios
Mostrar nuevos comentarios (0)
en respuesta a(Mostrar comentarioOcultar comentario)