Se trata de una prueba piloto donde las personas con síntomas de COVID-19 pueden presentarse en el departamento de emergencias del Hospital Armidale en Nueva Gales del Sur, donde, en lugar de ser internados, se les colocará un dispositivo de alta tecnología que pueden llevarse a casa, mientras que desde el hospital los médicos podrán controlar sus signos vitales.
"Este es un dispositivo sencillo que se usa en la muñeca de los pacientes y transmite signos vitales como la función cardíaca y pulmonar a una sala virtual en un hospital donde el monitoreo se realiza en tiempo real y puede ser revisado por los médicos", dijo el decano de Medicina de la Universidad de Nueva Inglaterra, Rod McClure al medio Sunrise.
13 de abril 2020, 23:06 GMT
De momento, esta iniciativa se encuentra en fase de pruebas. Además, los médicos podrán solicitar a cualquier paciente que regrese al hospital en caso de que su condición empeore.
Australia evaluará esta prueba y en caso de obtener buenos resultados buscará implementar más hospitales virtuales en todo el país para contener y combatir la propagación del COVID-19.
Hasta el momento, el país cuenta con más de 6.400 casos de contagio y al menos 63 fallecidos por COVID-19, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.
