Veizis precisó que de momento no hay ningún caso confirmado del COVID-19 en los campos migratorios en el país.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, unos 43.000 migrantes se encuentran en los campos ubicados en las islas griegas de Lesbos, Quíos, Samos con capacidad de solo 6.000 personas.
Opinó que "son medidas que en realidad no son muy productivas para proteger la gente del COVID-19".
Si un brote del coronavirus tiene lugar en las islas, continuó el representante de MSF, la situación en los campos será difícil de manejar a causa de la extrema superpoblación.
A su juicio, la situación en los campos puede mejorarse, pero lo impide la falta de voluntad política en la UE.
"Hay que tratar a esta gente como a seres humanos, pero esto es algo que falta en Europa, (…) pero no por falta de recursos, (…) sino porque no tiene voluntad política de cuidar a la gente", declaró Veizis.
La situación actual en los campos migratorios griegos, subrayó, es una de las peores en el mundo.