"El primer ministro ha dejado el hospital y continuará su recuperación en Chequers", anunció su oficina en Downing Street.
Chequers es la residencia de campo de los primeros ministros británicos y el destino ideal para que el mandatario pase la convalecencia, según defendió el día anterior su padre Stanley Johnson.
El primer ministro no retomará "de inmediato" las tareas de Gobierno, por recomendación médica, de acuerdo con el comunicado de su portavoz.
El líder ministro interino debe consensuar con el Gabinete las decisiones que se adopten en cualquier asunto y, con mayor urgencia, sobre las medidas enfocadas a frenar la expansión del coronavirus, que aún no ha alcanzado el pico de contagios y defunciones en Reino Unido, según proyecciones de los científicos.
Johnson dio positivo en la prueba del COVID-19 el 27 de marzo, días después de ordenar el cierre parcial de las actividades social y económica del país.
Trabajó los días siguientes desde su apartamento y un despacho del número 11 de Downing Street, donde estuvo confinado en solitario más de una semana.
Su pareja Carrie Symonds, que está embaraza de su primer hijo con Johnson, también tuvo síntomas de la contagiosa enfermedad, según ella informó en su cuenta de Twitter.
"Hubo momentos muy oscuros la semana pasada; siento gran compasión de todos los que están en una situación similar, super preocupados de sus queridos", tuiteó la "primera dama" de Downing Street.
El 5 de abril, el primer ministro ingresó finalmente en St Thomas y menos de 24 horas después fue trasladado a la UCI del hospital, que se levanta en la orilla sur del Támesis.
Recibió tratamiento de respiración por oxígeno sin necesidad de estar entubado a un respirador artificial, de acuerdo con Downing Street.
Han fallecido más de 10.000 personas en Reino Unido que habían sido diagnosticadas de COVID-19.
