"Queen Victoria Palace" (El palacio de la reina Victoria) celebra el ascenso al trono, en 1837, de la monarca que forjó la identidad de la monarquía británica y labró una red de relaciones con el resto de las Casas reales europeas.
La reapertura veraniega de los salones de Estados del palacio londinense, durante diez semanas hasta el 29 de setiembre, celebra otro legado de Victoria, como fundadora del concepto de palacio moderno.
"Creó un edificio que fue hogar familiar privado, espacio regio de trabajo y foco de las celebraciones nacionales, lo cual implicó que es increíblemente flexible y puede adaptarse a los tiempos y las necesidades del país", observó la experta.
Victoria se mudó, soltera y con 18 años, del palacio de Kensington al de Buckingham, que llevaba desocupado desde la muerte de su tío, Jorge IV, en 1830.
La Reina cerró el patio en herradura —del diseño original de John Nash— añadiendo la fachada frontal con el ahora famoso balcón central y el salón de baile, de 33 metros, que sirve de escenario hoy día de banquetes de Estado y otras galas mayores.
"El Palacio llevaba muchos años vacío, la reina Victoria tuvo que transformarlo y lo reconstruyó de tal forma que creó toda una gama de tradiciones monárquicas", destacó Foreman.
La costumbre de los Windsor de salir al balcón a "interactuar con el público" en momentos nacionales claves es "una invención de la reina Victoria", según la creadora conceptual de los nuevos de las estancias de Estado.
"Creó una monarquía muy flexible y adaptable porque no trató de ser un rey varón ni pretendió ser un líder militar, sino que dijo "soy mujer y voy a promocionar los valores femeninos", afirmó Foreman a esta agencia.
Recuerdos íntimos de la soberana victoriana —desde vestidos y diarios a dientes de sus hijos— se exhiben en los salones junto con símbolos del poder regio, como el trono o las medallas que hizo imprimir en reconocimiento del valor de sus súbditos.
"El Palacio de Buckingham representó familia, deber, lealtad, patriotismo y servicio público; esos valores los asociamos ahora con la monarquía actual", defendió la comisaria.
La visita palaciega por el salón del trono, la galería de pinturas o los salones de distintos colores y funciones culmina por un recorrido por los jardines del recinto amurallado, que se ubica entre los parques de St James, Green y Hyde Park, con la estación de Victoria al sur.
Es la temporada del año que la Reina acostumbra a pasar en Balmoral, en las Tierras Altas de Escocia.
Pero, en esta ocasión, Isabel II tendrá que alterar sus hábitos y regresar a su morada londinense para aceptar la dimisión de la primera ministra, Theresa May, en un breve acto privado previsto este 23 de julio.
La coreografía protocolaría continuará con la presentación en Palacio del nuevo jefe de Gobierno, que será el anterior canciller y exalcalde de Londres, Boris Johnson, si se mantiene el guión confeccionado por el Partido Conservador del Reino Unido.