El sábado 6, Yakovenko recibió en su residencia a Rowley junto con su hermano Matthew para conversar con ellos sobre la investigación de los envenenamientos en Salisbury y Amesbury, ocurridos el año pasado.
Además, según Rowley, el diplomático ruso prometió enviarle un correo electrónico después de hablar con Putin, en caso de que tuviera alguna información nueva.
"Me gustó el embajador (…) Estoy contento de haberme reunido con él, creo que descubrí cosas que antes no sabía. Pero sigo pensando que Rusia llevó a cabo el ataque", dijo citado por el rotativo.
En declaraciones ante la prensa, Yakovenko calificó de útil su encuentro con los Rowley y subrayó que los hermanos "no tienen ninguna queja contra Rusia" y "vinieron para pedir que les contaran lo que en realidad está pasando".
El 4 de marzo de 2018, Serguéi Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron atacados con una sustancia de efecto neuroparalizante en la ciudad de Salisbury, a una decena de kilómetros de Amesbury.
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Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y catalogó el arma como neuroparalizante de la clase Novichok, supuestamente desarrollada por químicos rusos.
El 30 de junio, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital con síntomas de envenenamiento tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury.
Sturgess falleció varios días más tarde, por lo que Scotland Yard abrió una investigación por asesinato, pero Rowley se recuperó y fue dado de alta.
Las autoridades británicas sospechan que los dos fueron intoxicados con la misma sustancia que fue utilizada contra los Skripal.