"La garantía de un ambiente seguro es una condición fundamental para cualquier desarrollo positivo, incluida la mejora de la situación humanitaria", dijo Lajcak.
El presidente de la OSCE volvió a pedir a los bandos del conflicto en Donbás incorporarse al alto el fuego y cumplir con todos sus compromisos.
"Las partes deben esforzarse más para garantizar el bienestar de la gente (…) y cesar las hostilidades para lograr una solución pacífica", destacó por su parte Greminger.
El Grupo de Contacto para la solución del conflicto en Donbás acordó establecer una tregua de "primavera" que entró en vigor este 8 de marzo.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio –Donbás– donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.300 muertos, además de unos 1,5 millones de desplazados.
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