"En los últimos cinco años el mayor proyecto de infraestructura en la UE para hoy permitió crear en Europa 30.000 nuevos puestos de trabajo", dice la declaración.
"En materia de abastecimiento eléctrico y seguridad energética, Alemania no debe sucumbir a los dictados o la influencia de otros países, ya sea Rusia o Estados Unidos; los intentos correspondientes de Washington socavan la alianza transatlántica y reducen la confianza de la población alemana, especialmente porque Estados Unidos persigue sus propios fines económicos para suministrar al mercado europeo su gas natural licuado [GNL] que es mucho más caro", señala el comunicado.
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Denuncia que la amenaza de imponer sanciones a las empresas que participan en el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 "atenta contra el derecho de la República Federal de Alemania, como Estado soberano, de resolver por sí misma los problemas de abastecimiento eléctrico en coordinación con los socios de la UE"
El gasoducto pasará por las aguas territoriales y/o las zonas económicas exclusivas de Alemania, Finlandia, Rusia, Suecia y Dinamarca.
Para la construcción del gasoducto es necesaria la autorización de los cinco países, actualmente queda pendiente solo la de Dinamarca.
La infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa y elevar la seguridad energética.
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Se oponen al proyecto Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso y otros países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
El propietario de la empresa operadora del proyecto, Nord Stream 2 AG, es Gazprom de Rusia; los socios del proyecto, Shell, OMV, Engie, Uniper y Wintershall, se comprometieron a financiar la mitad de las obras, con unos 950 millones de euros cada uno; la rusa Gazprom aportará la otra mitad, 4.750 millones de euros.
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La canciller alemana, Angela Merkel, dijo en numerosas ocasiones que Berlín percibe este proyecto como comercial, pero al mismo tiempo vincula su implementación con el mantenimiento del tránsito de gas ruso por el territorio ucraniano.
Rusia por su parte reitera que se trata de un proyecto puramente comercial y competitivo, que no supone el fin del tránsito del gas ruso a la UE a través de Ucrania.
