En París se han reforzado las medidas de seguridad.
El pasado sábado, 9 de febrero, 51.400 personas participaron en las protestas en todo el país, según el Ministerio del Interior francés. Uno de los manifestantes perdió una mano por el estallido de una granada GLI-F4.
Los manifestantes, que visten prendas fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas.
A pesar de que el Gobierno francés suspendió el aumento de impuestos y anunció el aumento del salario mínimo, las protestas continúan.
Las manifestaciones han derivado en múltiples enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles, saqueos y otros hechos violentos.
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Unas 8.400 personas fueron detenidas desde principios de las manifestaciones.
Según una investigación reciente del encuestador Elabe, al 56% de los franceses les gustaría que cesaran los las protestas.