"Doce líderes catalanes se enfrentan a cargos con reminiscencias medievales de rebelión y sedición; su presunto crimen: organizar un referéndum democrático sobre la independencia de Cataluña en octubre de 2017", escribe Hywel Williams, del partido galés Plaid Cymru, en el diario The Times.
Hasta 13 diputados conservadores, laboristas, nacionalistas e independientes posan, con la bandera catalana y un cartel por la "libertad de los presos políticos", en el interior de Portcullis House, el edificio moderno del Parlamento de Westminster, según la fotografía que han colgado en la web.
Un grupo más numeroso de profesores, escritores y activistas firmaron una carta, publicada el día anterior por el mismo diario, en oposición al enjuiciamiento de los 12 políticos y activistas independentistas.
"Los conflictos políticos no pueden resolverse en los juzgados y este juicio envenenará aún más las relaciones entre España y Cataluña", sostienen los firmantes.
Piden en la misiva que se "cancele el proceso y se retiren todos los cargos".
La rama inglesa de la Asamblea Nacional Catalana y otras asociaciones afines han organizado la protesta de Londres, con la anticipada intervención de académicos y políticos a partir de las 19:00 GMT.
"La autodeterminación es un derecho, no un crimen", defienden en las redes sociales.
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El Gobierno de Theresa May ha defendido en todo momento la posición tomada por el Gobierno central de Madrid en la causa independentista catalana.
"España es un aliado clave; tiene una democracia muy fuerte y es correcto que respeten, como lo hacen, sus propias leyes en todo momento", dijo recientemente Andrea Leadsom, portavoz del Ejecutivo conservador en el Parlamento de Westminster.
Por su parte, el secretario de Estado para Europa, Alan Duncan, reiteró que el llamado 'procés' es "una cuestión para los Tribunales españoles" que no compete al Reino Unido.