Alemania "no dependerá de Rusia en ninguna circunstancia", dijo Merkel en una reunión con los líderes del Grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) en Bratislava.
La canciller alemana también reiteró que Ucrania debe continuar siendo país de tránsito del gas ruso y subrayó que siempre insiste en ello en sus negociaciones con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El proyecto en cuestión prevé el tendido de dos tuberías de gas con una capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.
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EEUU, Ucrania, Letonia, Lituania y Polonia expresan su rechazo a la construcción del gasoducto, advirtiendo que haría aumentar la dependencia del gas ruso.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo en numerosas ocasiones que Berlín percibe este proyecto como comercial, pero al mismo tiempo vincula su implementación con el mantenimiento del tránsito del gas ruso por el territorio ucraniano.
Rusia por su parte explicó varias veces que se trata de un proyecto puramente comercial y competitivo, que no supone el fin del tránsito del gas ruso a la UE a través de Ucrania.
