“El Reino Unido no está remotamente preparado para marchar de la UE dentro de 53 días”, advirtió la dirigente independentista en la Universidad de Georgetown.
Sturgeon defendió el aplazamiento de la fecha oficial de la ruptura con el club de Bruselas, según adelantó su portavoz en Edimburgo.
En el referéndum de 2016, el 62% de votantes en Escocia apostó por seguir en la UE frente al 38% que se decantó por el Brexit, según recordó Sturgeon en su intervención en la Facultad Walsh de Exteriores de la reputada institución.
“Entre el caos, confusión e incertidumbre del Brexit está claro que los intereses nacionales vitales de Escocia no se amparan dependiendo del sistema de Westminster que trata a Escocia como algo secundario, solo pueden ampararse adecuadamente siendo un país independiente”, defendió.
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El Gobierno escocés aboga por continuar en el mercado único europeo y proteger la libertad de movimiento de todos los nacionales de la UE.
Ambos puntos constituyen las principales líneas rojas de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, quien está intentando renegociar los términos del divorcio con Bruselas en aras de la unidad de su partido conservador.
Sturgeon tiene previsto esbozar un calendario de un “posible referéndum de independencia en las próximas semanas, una vez que se aclaren los términos del Brexit”, según reafirmó en Washington.
El 55% de votantes en Escocia apoyó la unión con el resto del Reino Unido en el plebiscito de 2014.
Los nacionalistas creen que una salida forzada y precipitada de la UE puede dar alas al movimiento independentista escocés.
