"Los impuestos aduaneros no deben ser cancelados, pero pueden ser detenidos durante 120 días y durante ese período establecer las condiciones para su cancelación; si en 120 días la situación y conducta de Serbia y Bosnia y Hezegovina no cambian radicalmente, los aranceles volverán a entrar en vigor y junto a ellos nuevas medidas", afirmó en su cuenta de Facebook.
El parlamentario kosovar señaló que "esta es una decisión racional, que conserva la dignidad del país, confirma la legitimidad de la decisión sobre la aplicación de aranceles del 100 por ciento, además de balancear los intereses estratégicos de Kosovo y coadyuva a mantener nuestras relaciones con nuestros socios principales, EEUU y la UE".
De tal modo, señaló, Pristina "mostrará su apego incondicional a EEUU", demostrará su política de paz y propiciará la continuación del diálogo con las autoridades serbias bajo tutela de la UE.
"Nuestra memoria política no deja dudas de que el cumplimiento de las exigencias de EEUU siempre ha conducido a acciones positivas para Kosovo y sus ciudadanos", concluyó.
Sin embargo, bajo la presión de Bruselas, Belgrado se vio obligado a iniciar negociaciones con la mediación de la UE para normalizar las relaciones con Pristina.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida, en particular, por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España, Irán, Israel o Grecia, entre otros países.
A finales de noviembre del año pasado el Gobierno de Kosovo aprobó unos aranceles del 100% a los productos procedentes de Serbia central.
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Poco después, el 14 de diciembre, el Parlamento kosovar aprobó la transformación de las Fuerzas de Seguridad de Kosovo, dotadas de armas ligeras, en un Ejército de pleno valor.
