“El futuro constitucional del Norte (de la isla) debe someterse a la decisión del pueblo en un referendo sobre la unidad irlandesa”, sostuvo la líder republicana en el Dáil (Parlamento) de Dublín.
El Tratado de Viernes Santo, de 1998, reconoce el “derecho de autodeterminación sobre la base del consentimiento”, expresado libre y concurrente en toda la isla, “para obtener una Irlanda unida”.
Irlanda del Norte dejará de ser territorio británico únicamente con el consentimiento de la mayoría de sus residentes, según especifica el histórico acuerdo de paz.
Sinn Féin insta ahora a Londres a proceder con la consulta si se produce un Brexit duro o se relaja el mecanismo de seguridad (el llamado ‘backstop’) contra la reintroducción de una frontera física entre el Ulster británico y la República, que seguirá adherida a la UE.
El 58% de los votantes en Irlanda del Norte apoyaron la permanencia en la UE.
Más aquí: FMI: un Brexit sin acuerdo sería el mayor riesgo para la economía británica
“Un Brexit sin acuerdo tendrá un impacto catastrófico en la isla de Irlanda”, advirtió McDonald.
La sucesora de Gerry Adams recordó que el ‘backstop’ es la “única garantía de que no habrá una frontera dura y se protegerán los intereses” de los norirlandeses.
“Hay que defenderlo y no se puede diluir bajo ninguna circunstancia”, urgió al Ejecutivo de Dublín.
El Gobierno británico va a presentar su plan B del Brexit el próximo 21 de enero, tras el masivo rechazo del legislativo al acuerdo que aprobó el Consejo Europeo en noviembre de 2018 después de dos años y medio de negociaciones.
