"La normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo es una condición clave para el acercamiento con la UE", dijo Maas en una rueda de prensa tras las conversaciones con su homólogo kosovar, Behgjet Pacolli.
Según Maas, Alemania fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de la república en 2008 y "desde el principio apoyó el camino que se eligió en Kosovo".
Maas destacó los esfuerzos de Kosovo "para construir un Estado e instituciones democráticas", sin embargo mencionó que todavía queda mucho por hacer en los ámbitos legales, la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
En este contexto, el diplomático expresó la disposición de Berlín a "trabajar activamente" para contribuir a la entrada de Kosovo en la UE.
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A la vez, reafirmó el apoyo de Alemania a que todos los países de los Balcanes Occidentales se unan al bloque comunitario.
Sin embargo, bajo la presión de Bruselas, Belgrado se vio obligado a iniciar negociaciones con la mediación de la UE para normalizar las relaciones con Pristina.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España, Irán, Israel, Grecia y Siria, entre otros países.
