El pesquero estaba a la espera de recibir una orden de dónde podría atracar, después de que inicialmente Italia y Malta rechazasen darle entrada.
Según comentaron a los medios los integrantes del barco, habían decidido poner rumbo a España, a pesar de que el presidente Pedro Sánchez pidió al pesquero "cumplir las leyes internacionales y dirigirse al puerto más seguro y cercano", que era Libia, aunque los migrantes y refugiados querían evitar volver a ese país.
Cuando ya habían puesto rumbo a España, llegó al pesquero la autorización para dirigirse a Malta.
Después de dejar a los migrantes, el barco pondrá rumbo ahora a Italia para repostar y poder volver a faenar hasta el 21 o 22 de diciembre, como tenían previsto.
Desde las organizaciones que trabajan para ayudar a los migrantes en el Mediterráneo criticaron la gestión de este caso.
"El Gobierno indica ahora al pesquero que ponga rumbo a Malta. Tarde, mal y sin escrúpulos. Jugando con la seguridad de las personas, 10 días sin noticias, un temporal duro, una persona evacuada en helicóptero y un alto riesgo para toda la tripulación", señalan desde la ONG Proactiva Open Arms.
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