La gobernante dio a conocer la fecha de la crucial y dura prueba parlamentaria durante una intervención en los Comunes sobre dicho pacto, que aprobó el Consejo Europeo este 25 de noviembre.
"Protege la integridad de nuestro Reino Unido, cumple nuestros compromisos sobre Irlanda del Norte y engloba a toda la familia del Reino Unido, incluidos los territorios de ultramar y los dependientes de la Corona", declaró May.
También los unionistas del Ulster amenazan con romper el "trato de suministro y confianza" por el que sustentan al minoritario Gobierno de May desde las elecciones legislativas de 2017.
Diputado tras diputado denunciaron la "capitulación" y "rendición" del Reino Unido ante las condiciones impuestas por la UE en el pacto legal del divorcio y la declaración política sobre la futura asociación.
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"Significa que Francia demandará acceso a nuestra pesca, España reclamará Gibraltar y hasta es posible que Irlanda reclame Irlanda del Norte", protestó el conservador Andrew Bridge.
"Este acuerdo no tiene el respaldo de la Cámara ni del país; es un acto de autolesión nacional", objetó Corbyn.
May rechazó adelantar su estrategia ante una posible derrota parlamentaria al plan acordado con Bruselas.
Simplemente reiteró su oposición a celebrar un segundo referéndum del Brexit y reafirmó que Reino Unido saldrá de la UE el 29 de marzo de 2019.