De acuerdo con el diplomático, se prevé que dicho mecanismo se ponga en marcha en noviembre de 2018. Mientras tanto, el politólogo ruso especializado en Oriente Medio e Irán, Nikolái Kozhánov, explicó a Sputnik las ventajas y desventajas que tendrá el nuevo sistema.
En esencia, se trataría de un centro de clasificación y distribución europeo, donde las mercancías y el petróleo provenientes de Irán se entregarán a un país, mientras que la mercancía para el país persa procederá de otro.
"Por ejemplo, el crudo podría traerse a España, el dinero proveniente del comercio se abonaría a la cuenta corriente de una determinada institución y los iraníes podrán gastárselo para comprar mercancía en otro país", dijo.
Según explicó, este sistema puede matar dos pájaros de un tiro. Por una parte, libera estas transacciones del dólar y de los sistemas financieros que podrían estar bajo control de EEUU o sucumbir a sus amenazas.
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Por otra parte, en el marco del centro de clasificación y distribución podría crearse una estructura cerrada que no revelaría la información sobre los compradores del crudo iraní, agregó Kozhánov.
Por lo cual, estos medios no podrán traerse de vuelta al país persa para que sean invertidos en la economía o usados en terceras regiones del mundo. En esencia, "el dinero estará encerrado dentro de las fronteras de la UE", señaló el experto.
Otro problema que tiene el nuevo sistema es que está orientado principalmente a pequeñas y medianas empresas, puesto que las transacciones con tales gigantes como Siemens pueden trazarse y el negocio europeo está "asustado por las sanciones extraterritoriales de EEUU".
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Con ello, el mecanismo tiene una considerable ventaja: excluye al sistema bancario. Además, incluso si llega a ser objeto de las sanciones de EEUU no tienen nada que temer, "puesto que la estructura funciona de una manera autónoma exclusivamente con los iraníes y europeos".
Una guerra antigua en nuevas condiciones
Kozhánov considera que EEUU tuvo en cuenta la pasada experiencia de contramedidas aplicadas a Irán y sacó sus conclusiones. Sin embargo, a pesar de la nueva táctica que empleará el país norteamericano y las nuevas condiciones, la UE e Irán se preparan para una "guerra del pasado".
"Ante todo, los tradicionales vecinos de Irán en la región podrían negarse a ayudarle a esquivar las sanciones. EEUU hizo un gran trabajo con los EAU y Bagdad. A los turcos se les dejó claro que si siguen trabajando con Irán tendrán que estar listos para ser encarcelados", dijo.
El experto además destacó que EEUU tiene a unos analistas de la economía iraní muy buenos que observan problemas graves con el sector bancario en el país. Por ello, Kozhánov opina que podría haber sanciones contra los bancos de Irán, incluso contra aquellos que no tienen nada que ver con el programa nuclear.
¿Para qué reinventar la rueda?
Ejemplo de ello es la industria petroquímica que durante años compensó a los iraníes la reducción de las ventas del crudo debido a las sanciones, cuenta el experto.
"Si en estas condiciones los iraníes logran salir con algo nuevo y ganar a los estadounidenses, será algo interesante", concluyó el experto.
Después de que Donald Trump anunciase la salida de EEUU del pacto nuclear con Irán y el restablecimiento de sanciones contra el país, los Estados europeos anunciaron en una declaración conjunta que la UE crearía un mecanismo financiero para comerciar con Irán al margen de las sanciones de EEUU.
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