Se esperaba que en base a este informe la asamblea adoptara una resolución que determinaría si la delegación rusa regresaría a la PACE.
La iniciativa de devolver el informe al comité especial de la PACE para una consideración adicional fue presentada por su autora, la parlamentaria belga Petra de Sutter.
La diputada agregó que el proyecto podría considerarse en la próxima sesión plenaria que se celebrará en enero de 2019.
A su vez, el vicepresidente de la Duma de Estado rusa, Piotr Tolstói, comentó la decisión de la PACE diciendo que "Rusia no participará en una organización que discrimina a las delegaciones nacionales".
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"El fracaso en la aprobación de la resolución está relacionado con la suspensión deliberada del debate por parte de representantes de Ucrania, el Reino Unido y los países bálticos, y, por supuesto, los diputados que representan otros parlamentos simplemente no encontraron fuerzas ni paciencia para escuchar las repetidas diatribas rusófobas", dijo Tolstói a Sputnik al agregar que Rusia lamenta esta decisión.
"La discusión del proyecto sobre los derechos de las delegaciones nacionales mostró cuán fuertes son todavía los ánimos destructivos en Estrasburgo", dijo Slutski.
Agregó que "la PACE confirmó su debilidad y cedió ante la embestida de la histeria antirusa".
"En estas circunstancias, posponer la discusión de la resolución para enero significa reducir a la nada la posibilidad de que la delegación de la Federación de Rusia participe en la sesión de la Asamblea en 2019, lo más probable es que no regresemos allí el próximo año", dijo.
En abril de 2014, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), después de la reincorporación de Crimea a Rusia mediante un referéndum apoyado por más del 96% de la población de la península, privó a la delegación rusa del derecho a voto.
En 2015, la PACE introdujo nuevas restricciones, obligando a la delegación rusa a declarar imposible su participación las labores del organismo, y desde 2016 Moscú dejó de enviar la documentación para la acreditación de su delegación ante la asamblea.
En junio de 2017, el conflicto entre Estrasburgo y Moscú se recrudeció aún más, por lo que Rusia anunció que suspendía el pago de una parte de su contribución al presupuesto del Consejo de Europa correspondiente a 2017 hasta que los derechos de su delegación en la Asamblea Parlamentaria se restituyeran completamente.
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