"Ucrania demostró ser un país de tránsito poco fiable y el sistema de tránsito de gas ucraniano se encuentra en un estado bastante inquietante", dijo en una rueda de prensa de Moscú al término de sus negociaciones con el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.
Lavrov destacó que Rusia jamás dio motivos para cuestionar su fiabilidad como proveedor de gas.
El contrato de tránsito de gas firmado por las compañías energéticas nacionales de Rusia y Ucrania, Gazprom y Naftogaz, expira en 2019.
Después, Rusia podría cesar el tráfico de su combustible azul a Europa a través del territorio ucraniano, lo que dejará a Ucrania sin los ingresos que recibe por el tránsito.
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Según informó en una entrevista a Sputnik el ministro ruso de Energía, Alexandr Nóvak, para que los suministros de gas a través Ucrania continúen, "deben ser competitivos desde el punto de vista de las tarifas y el transporte".
El ministro ruso agregó que el posible volumen de los suministros de gas a través de Ucrania "puede variar según la competitividad del sistema de tránsito de gas ucraniano".
Rusia está realizando actualmente dos importantes proyectos de gasoductos para diversificar las capacidades de tránsito de su gas a Europa.
Uno de los proyectos es el Nord Stream 2, con una capacidad proyectada de 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, tendido desde la costa rusa a través del mar Báltico hasta Alemania, en paralelo al gasoducto Nord Stream.
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Otro proyecto, el Turk Stream, prevé la construcción de dos tuberías de gas con capacidad de 15.750 millones de metros cúbicos anuales cada una, de Rusia a Turquía por el fondo del mar Negro, y que podrá utilizarse para trasegar el combustible ruso a los países europeos.
