"Vemos cuales discusiones lleva el Occidente y cuánta hipocresía y doble moral hay allí", dijo Szijjarto, "es inútil presionarnos, tomamos nuestra decisión y, por favor, que se respete, respetamos la decisión de otros países y queremos que actúen de manera simétrica".
Recordó que la mitad de la energía en el país se produce en la central Paks y para el 2030 se espera que gracias al proyecto Paks 2 la producción aumente hasta el 90%.
Así que, prosiguió, Hungría jamás aceptará críticas ni discriminación por parte de varias agencias europeas si intentan recurrir a la presión para obligarla a reducir la producción de energía nuclear.
Szijjarto también expresó la esperanza de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sea objetivo a la hora de analizar la demanda austriaca contra la decisión de la Comisión Europea que dio el visto bueno al proyecto Paks 2.
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A finales de 2014, Rusia y Hungría firmaron documentos para la construcción del quinto y sexto grupos generadores de la central atómica Paks.
Rusia concederá a Hungría un crédito de hasta 10.000 millones de euros para realizar el proyecto.
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El costo total del contrato es de 12.500 millones de euros.