La funcionaria dijo que Moscú parte de que no existe alternativa para los Acuerdos de Minsk, los que deben cumplirse incondicionalmente si se quiere eliminar la crisis por la vía negociada.
"Instamos a nuestros socios a influir sobre Kiev para que deje su retórica belicosa y pase lo más rápido posible al cumplimiento práctico de los compromisos asumidos", señaló.
También advirtió del peligro que entraña el vacío del poder que surgió en la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) tras el asesinato de su líder, Alexandr Zajárchenko, dado que Kiev se inclina a resolver por la fuerza el conflicto en Donbás.
El Parlamento de la RPD nombró el 7 de septiembre a Denís Pushilin jefe interino de esta república y fijó la celebración de las elecciones del presidente y del Consejo del Pueblo (el Legislativo) para el 11 de noviembre, la autoproclamada República Popular de Lugansk ha decidido celebrar los comicios presidenciales y parlamentarios en esta misma fecha.
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Zajárova afirmó que el asesinato del líder de la RPD se cometió con el propósito de frustrar la normalización en Donbás, agregando que eso corresponde a la lógica de la resolución por la fuerza de la crisis ucraniana a que se atiene Kiev.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la ONU estima en más 10.300 muertos.
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