Un día antes se informó que al menos una persona murió y una se encuentra en estado crítico tras una explosión en una fábrica militar en Salisbury, urbe que ganó la fama meses atrás al ser escenario del envenenamiento del exagente Serguéi Skripal y su hija Yulia, ya restablecidos.
Se precisó que la fábrica produce equipamiento para aviones y buques de las Fuerzas Armadas del Reino Unido.
La planta se encuentra a unas tres millas (unos cinco kilómetros) del laboratorio militar de Porton Down, que investiga el ataque tóxico contra los Skripal, ocurrido en esa localidad.
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Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard debe prolongarse varios meses, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento y catalogó el arma como neuroparalizante, supuestamente desarrollada por químicos rusos.
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.