En entrevista radiofónica a la Cadena Ser, el jefe de la misión, Ricardo Gatti, señaló que España todavía no designó ningún puerto ni autorizó para su desembarco, por lo que navega entre Túnez y Cerdeña.
"No sabemos a qué puerto ir, a lo largo del día de hoy [el 6 de agosto] nos comunicarán adonde ir", declaró Gatti al recordar que Malta "tiene sus puertos cerrados" y de Italia "ya se sabe la postura" de su Gobierno.
La organización se encuentra en conversaciones con el Ejecutivo español desde el pasado sábado para que el barco pueda dirigirse a un puerto seguro después de que tanto Italia como Malta volvieran a denegarle el permiso para desembarcar en sus instalaciones portuarias.
Desde la organización humanitaria exigen al Gobierno español que preside el socialista Pedro Sánchez la puesta en marcha de un dispositivo de acogida con la mayor celeridad posible, ya que el barco se encuentra en el Mediterráneo a un día de viaje de ciudades como Valencia o Barcelona y a menos incluso de las Islas Baleares.
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"Por el momento no hay ninguna emergencia médica entre las personas rescatadas, pero ya llevan dos días a la deriva tras una travesía traumática", afirman desde la organización, destacando que el mantenimiento de la situación actual, además de sumir a los migrantes en un estado de incertidumbre, puede traer consecuencias negativas para su seguridad.
"Su mayor miedo es que los devuelvan a Libia, constantemente nos comunican que no quieren volver allí", afirma la portavoz de la organización.
Autoridades locales de ciudades como Barcelona, Valencia y Mallorca manifestaron ya su disponibilidad para la acogida del barco, pero la decisión final sigue dependiendo de Pedro Sánchez, que todavía no ofreció respuesta.
"Estamos muy agradecidos, pero no está en manos de las ciudades resolver la situación, está en manos del Gobierno", enfatizan desde la ONG.
Además, otras embarcaciones sufrieron problemas similares este verano tras rescatar a migrantes en el Mediterráneo.
El caso más significativo fue el del barco Aquarius, que recibió permiso del Gobierno español para atracar en Valencia con más de 600 migrantes a bordo después de que Italia y Malta se negaran a recibirlo.