"Creo que ya es tiempo de que las autoridades británicas expliquen por fin qué trabajos están realizándose en Porton Down, un centro para la defensa contra armas químicas", dijo Kalamánov durante su intervención en la sesión especial de la OPAQ.
"El Reino Unido debe explicar a la OPAQ por qué las sustancias tóxicas están 'vagando' por su territorio", expresó Kalamánov.
El 30 de junio pasado, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
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La policía estableció que ambos fueron intoxicados con una sustancia de acción neuroparalizante.
"El show continúa": el Reino Unido acusa a Rusia de usar una sustancia tóxica en pleno Mundial https://t.co/aR3wYOd30G
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 5 июля 2018 г.
Mientras Rowley sigue hospitalizado, el 8 de julio Scotland Yard comunicó que Sturgess falleció, por lo que los detectives británicos lanzaron una investigación por asesinato.
A inicios de marzo, la misma sustancia neuroparalizante fue utilizada en Salisbury contra Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y contra su hija Yulia.
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Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard aún continúa la investigación.
Los dos incidentes tuvieron lugar cerca del laboratorio de Porton Down, ubicado a unos 11 kilómetros de Amesbury y a 13 kilómetros de Salisbury.