"Una simple realidad es que Rusia realizó un ataque en el territorio del Reino Unido que provocó la muerte de una nacional británica", declaró Williamson ante los parlamentarios.
Agregó que, en su opinión, "es algo que todo el mundo condenará unánimemente con nosotros".
Por su parte, el portavoz de la embajada rusa en el Reino Unido afirmó a Sputnik que Moscú considerará los envenenamientos en Salisbury y Amesbury una provocación antirrusa si Londres sigue denegándole el acceso a los materiales de la investigación, así como a Serguéi y Yulia Skripal.
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El 30 de junio pasado los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury, condado de Wiltshire.
Mientras Rowley sigue en estado grave, el 8 de julio Scotland Yard comunicó que Sturgess falleció, por lo que los detectives británicos lanzaron una investigación por asesinato.
A inicios de marzo, la misma sustancia neuroparalizante fue utilizada en Salisbury contra Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia.
Desde el primer momento, el Gobierno británico acusó a Rusia de estar detrás del ataque, aunque Scotland Yard todavía continúa la investigación.
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Moscú rechaza categóricamente las acusaciones, al calificarlas de "infundadas".