En La Haya tiene lugar actualmente una sesión especial de los países firmantes de la Convención de las Armas Químicas que durará hasta el 28 de julio, como resultado de la cual la OPAQ podría recibir un mandato para determinar a los responsables del uso de sustancias tóxicas.
El diplomático destacó que el uso de armas químicas en Salisbury y en Siria exige una respuesta especial.
No te lo pierdas: Defensa rusa precisa cómo se escenificó el ataque de Jan Sheijun
Su colega del Reino Unido, Boris Johnson, pidió con anterioridad a la OPAQ convocar una sesión especial de la conferencia de países miembros de la Convención sobre Armas Químicas relacionada con el ataque contra Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6, y su hija Yulia.
Londres acusó sin ningún tipo de pruebas a Moscú de estar detrás del incidente, acusaciones que Rusia rechazó, pero más tarde se descubrió que una veintena de países occidentales, entre ellos Estados Unidos, tenían los medios para producir este tipo de sustancias tóxicas.
Tema relacionado: El caso Skripal costará a la Policía local casi 10 millones de dólares
El 7 de abril la controvertida ONG Cascos Blancos y las facciones armadas que operan en Duma publicaron un vídeo de un presunto ataque químico.
El ataque del eje occidental se produjo el mismo día en el que los expertos de la OPAQ debían iniciar sus investigaciones en el terreno.
Según el embajador ruso en la OPAQ, Alexandr Shulguín, la convocatoria de la sesión especial de ese organismo persigue supuestamente fines positivos, pero en realidad puede devenir en un "auge aún mayor de la histeria contra Rusia y contra Siria, relacionadas con el llamado caso Skripal y el supuesto 'dosier químico' sirio".