De acuerdo con los medios Der Standard y Profil, el espionaje se llevó a cabo entre 1999 y 2006.
Tras estas revelaciones, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, exigió una explicación al Gobierno alemán.
"Nuestro deseo es saber quién fue investigado, cuándo terminó la vigilancia y, por supuesto, queremos tener certeza de que ha terminado. […] Algo así no debe suceder entre Estados amigos", dijo Kurz durante una rueda de prensa conjunta con el presidente del país, Alexander Van der Bellen, que también pidió a Berlín aclaraciones.
El presidente también exigió que la Inteligencia alemana detenga las escuchas a gran escala de manera inmediata, en el caso de que se sigan practicando.
De acuerdo con las publicaciones austriacas que afirman tener posesión de documentos del BND, se trata de una lista en la que se menciona cómo se interceptaron unos 2.000 correos electrónicos, faxes y conversaciones telefónicas del Gobierno austriaco, de la oficina del propio Kurz, de los Ministerios de Defensa y Exteriores, de la Cámara Federal de Economía y de las numerosas organizaciones internacionales presentes en Viena.
Esta no es la primera vez que se acusa a Alemania de realizar espionaje, es por esto que en 2015 Bélgica comenzó una investigación sobre el espionaje realizado por el BND para la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA). En aquel entonces se filtró información que indicaba que los servicios alemanes podían haber colaborado con los estadounidenses.