"Los resultados del período de rendición de cuentas no muestran ninguna mejoría de la situación con los derechos humanos en Bielorrusia", indica el informe de Haraszti.
Entre los problemas existentes en Bielorrusia se menciona la violación del derecho ciudadano a la libertad de reunión, así como los temores de que las enmiendas a la ley sobre los medios impidan la libre expresión de opiniones en la red mundial.
Haraszti denunció además que Minsk sigue aplicando la pena capital y en los medios no existe ninguna pluralidad de opiniones.
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La presencia de la pena de muerte en el país es el principal obstáculo para que Bielorrusia recupere el estatus de invitado especial en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE).
La PACE llama a las autoridades del país a establecer la moratoria de la pena de muerte y renunciar a este tipo de penalidades de jure y de facto.