El estudio se llevó a cabo en dos etapas, en enero y en marzo, con la participación de 50.000 personas.
En enero, la opinión pública se dividió casi por igual entre las cuatro variantes, el conflicto militar con Rusia fue elegido por el 28,6% de los encuestados, el 24,6% optó por la crisis migratoria, el 23,3%, por el terrorismo y el 23,2% por la fragmentación de la UE.
Los políticos occidentales, sobre todo de Polonia y los países bálticos, hablan cada vez más de la amenaza rusa a pesar de las declaraciones reiteradas de Moscú de que no representa amenaza para estos países ni para sus socios de la OTAN.
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Según el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, la retórica antirrusa sirve para la OTAN como pretexto para desplegar sus batallones cerca de las fronteras rusas.