El 16 de marzo, en París, Angela Merkel ya rechazó los ambiciosos planes de Emmanuel Macron de reformar la Unión Europea, reafirmando el escepticismo de su país sobre la agrupación de recursos fiscales y deudas entre los Estados miembros de la eurozona, escribe The Wall Street Journal.
Ya se está llevando a cabo una reforma sustancial en la zona euro que incluye la idea de implementar un plan único de garantía de los depósitos bancarios que dé tranquilidad a los clientes.
Lea más: Macron hace agonizar a la Unión Europea
Sin embargo, las grandes ideas de Macron para un presupuesto independiente de la zona euro, un ministro de finanzas de la eurozona común y un fondo que ayude a los países que enfrenten problemas no parecen muy probables.
Según el medio, el tándem franco-alemán debería centrarse en asuntos más importantes. En Berlín, es la política migratoria la que se considera la más importante, ya que casi le costó el cargo de canciller a Merkel.
Mientras tanto, una gran parte del electorado francés sigue siendo susceptible a las ideas populistas de la extrema derecha y la extrema izquierda, cuyos proyectos se muestran escépticos con respecto a la UE en general, algo que también pone en jaque las perspectivas de la Administración Macron.