Desde los finales de 2013 la Plaza de la Independencia de Kiev fue escenario de enfrentamientos violentos. El tiroteo durante el Euromaidán tuvo lugar en la capital ucraniana el 20 de febrero de 2014, tras lo cual fallecieron 53 personas (49 manifestantes y 4 policías). La Fiscalía General de Ucrania creó su lista unificada de las investigaciones de los asesinatos, sin embargo, la tragedia todavía estaba para investigarse.
El periodista italiano entrevistó a dos francotiradores georgianos con la intención de comprobar si habían estado involucrados en el conflicto ucraniano. Para ello, el periodista les entrevistó separadamente para comparar después sus declaraciones.
"Las dos historias coincidían en lo mismo. Más tarde hablé con el tercer tirador que se llamaba Alexandr. Su historia coincidía con las dos anteriores y con la cronología de los acontecimientos relacionados con el Maidán", explica Micalessin.
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Según la versión oficial ucraniana, eran personas relacionadas con el expresidente ucraniano Víctor Yanukóvich las que dispararon durante el Maidán. Sin embargo, esta versión suscitaba ciertos interrogatorios desde el principio. Así, hasta el canciller de Estonia —simpatizante de la oposición ucraniana— expresaba dudas acerca de esa historia.
La investigación de Micalessin podría disipar la incertidumbre y llegar a ser sensacional en lo tocante al tiroteo, sin embargo, los medios italianos prefirieron guardar silencio total. El periodista lo calificó como una actitud bastante extraña, ya que al asunto ucraniano influyó sobre la economía de Italia.
"No nos olvidemos de que las sanciones europeas soportadas por Italia nos costaron 3.000 millones de euros. Esto causó problemas considerables para los empresarios italianos. Además, nos metieron en las iniciativas militares de la OTAN (…) lo que crea cierta tensión en nuestras relaciones con Moscú (…) Si todo esto es una consecuencia de lo que jamás había sucedido en realidad, haría falta prestar más atención a las declaraciones de los francotiradores.", explica Micalessin.
El periodista italiano añade que él ha recibido insultos y amenazas desde Ucrania, mientras que los colegas rusos han elogiado la importancia de su investigación.
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