"Uno de los principios básicos en los que debemos centrarnos consiste precisamente en la búsqueda de puntos de contacto, en el desarrollo de las relaciones bilaterales basadas en los valores que compartimos", dijo el político.
Mayr-Harting aseguró que no quiere volver a la época de la Guerra Fría ni a los años 90, y prefiere desarrollar las relaciones de manera constructiva.
"Quisiera que ese proceso fuera bilateral, fructífero (…), queremos hacer llegar que estamos dispuestos a ser transparentes al máximo y estamos listos para cooperar en diferentes esferas", advirtió el representante de la UE.
El funcionario expresó su confianza en que Rusia y Bruselas logren encontrar enfoques comunes relacionados con la crisis en Ucrania y con el conflicto en Siria, el programa nuclear de Irán, el problema del Ártico y muchos otros puntos de la agenda internacional.