"Este año no ha sido un año tranquilo para los expatriados franceses en Rusia", comienza el artículo de Les Echos, que señala como motivos los obstáculos económicos y políticos por los que atraviesa el país.
En particular, los empleados extranjeros se vieron afectados por la devaluación del rublo y las restricciones introducidas por las sanciones, como la de Crimea, por ejemplo, según el medio.
Nuevas oportunidades
Si bien los sectores financiero y petrolífero rusos han dejado de ser una buena opción para los expatriados franceses, Les Echos apunta al auge de nuevos mercados, "especialmente el de la construcción, la explotación minera y el transporte", señala. También los ingenieros especializados en la construcción y en el sector energético tienen el futuro asegurado en las grandes ciudades rusas, como Sochi, San Petersburgo y Moscú.
Si por una parte las sanciones económicas han obligado a muchos expatriados a abandonar el país, por otra, aquellas sanciones que afectan a la importación agrícola han propiciado que Rusia se vea reorientada a producir por sí misma aquellos productos que antes importaba. Lácteos, semillas, maquinaria agrícola… Los extranjeros que quieran venir a Rusia encontrarán en el sector agrícola, también, una buena fuente de ingresos.
El periódico apunta al turismo de lujo como otro de los sectores que vienen a sustituir al petrolífero y al financiero para los expatriados franceses. "Si la clase media rusa se ve afectada por la crisis", apunta el artículo de The Echos, "aquellos con altos ingresos todavía tienen mucho dinero que gastar". Pero el turismo no está solo.
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"La 'reputación gala' también ayuda a que los sectores nuclear, aeroespacial, militar y comercial estén siempre abiertos a la mano de obra francesa", profundiza el medio.
Formación y buena experiencia, fundamentales
Si bien obtener un visado de trabajo en Rusia es un proceso arduo, los trabajadores altamente cualificados lo tienen mucho más fácil y el papeleo se simplifica.
"Se consideran trabajadores altamente cualificados a aquellos en posesión de un título de educación superior o con al menos 5 años de experiencia y un salario mínimo de dos millones de rublos al año (33.400 dólares)".
Cada año vienen a estudiar a Rusia gratuitamente 15.000 estudiantes. El país cuenta con cerca de 400 empresas francesas establecidas, entre las que destacan Renault, Peugeot, Citroën, Onduline, Décathlon, Al Campo y Saint-Gobain, lo que convierte a Francia "en el primer empleador extranjero en Rusia", señala Les Echos.