El oficial dirige el departamento del Ministerio de Defensa que se encarga de proteger la memoria de aquellos que perecieron durante la II Guerra Mundial, y controla la suerte de más de 12.000 monumentos situados en países extranjeros, junto a los cuales se encuentran enterrados más de 4 millones de militares caídos, de ellos unos 3 millones de soldados desconocidos.
"En 2017 incluso en Polonia se redujeron en un tercio los casos de vandalismo", afirmó Popov, citado por la revista histórico-militar Voyenno-Istorichesky Zhurnal.
En muchos países de Europa en los últimos años no se registraron actos de vandalismo en cementerios soviéticos, y en el continente en general se logró frenar esa tendencia negativa, pasando de 53 ultrajes en 2015 a 26 en 2016.
Por otra parte, en Polonia fueron desmontados cinco monumentos a los soldados caídos que estaban situados fuera de los cementerios, algo que no puede dejar de preocupar a las autoridades de Rusia.
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En 53 países del mundo existen campos santos donde yacen los restos de soldados de la antigua Unión Soviética y de Rusia.
En ocho países —Alemania, Hungría, Polonia, China, Rumanía, Eslovaquia, EEUU y la República Checa— son los representantes del Ministerio de Defensa de Rusia quienes se ocupan del estado de los monumentos póstumos.