La noche del pasado 8 de abril la Policía de Oslo detuvo a un joven ruso que había colocado bajo un puente un objeto parecido a una bomba y que efectivamente resultó ser un artefacto explosivo de baja potencia que el arrestado habría fabricado en casa.
"El adolescente ruso de 17 años que fue detenido con un explosivo casero semejante a una bomba en el distrito de Gronland fue condenado a nueve meses de cárcel", informó el medio.
La condena fue disminuida tras una prueba que demostró que la capacidad detonadora de la bomba era muy pequeña.
La defensa del acusado insistió en todo momento que se trataba de un experimento, y el joven en realidad no pretendía causarle daño a nadie.
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El detenido, que simpatizaba con grupos radicales presentes en Telegram, proviene del Cáucaso, y su familia llegó a Noruega en 2010 en busca de asilo.