"Se trata de una nueva violación de las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad, a través de las cuales la comunidad internacional exige a la RPDC que abandone su programa de proliferación nuclear y balístico y supone una nueva y grave amenaza para la paz y la seguridad en la región", señala el Ejecutivo español en un comunicado.
España hace de nuevo un llamamiento a la RPDC "para que renuncie a su actual desafío a la comunidad internacional, tome claras medidas para desescalar la situación y declare una moratoria de sus ensayos nucleares y balísticos".
El objetivo es que "se pueda abrir el camino a negociaciones sustantivas para la desnuclearización completa, irreversible y verificable de la península coreana".