Los reporteros fueron deportados de Ucrania el pasado 25 de agosto, tras permanecer retenidos durante unas 20 horas en el aeropuerto internacional de la capital ucraniana.
"Se les denegó la entrada por la actividad antiucraniana que realizaban a través sus artículos", dijo Guitliánskaya, citado por la agencia Unian.
La portavoz del SBU negó asimismo que las autoridades ucranianas tengan o hayan tenido alguna lista negra de periodistas.
Tras varias protestas, Kiev levantó las sanciones contra los periodistas en mayo de 2016, pero el viernes se reveló que el Servicio de Inteligencia Ucraniano incluyó a los españoles en una segunda lista.
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A ambos nos consideran "peligrosos para la Seguridad Nacional" de Ucrania y no podemos entrar en el país hasta 2020, indicó Pampliega, quien denunció que a él y a su compañero los "trataron como delincuentes" en el aeropuerto de Kiev.
"Esta es la democracia que se apoya desde la Unión Europea y que impide a la prensa trabajar con libertad en suelo ucraniano", tuiteó Pampliega.
Las autoridades ucranianas han limitado en varias ocasiones el trabajo de medios de comunicación en el país y también han denegado la entrada a Ucrania a periodistas.
El último de estos casos ocurrió el pasado 15 de agosto, cuando Ucrania expulsó del país a la periodista de Rossiya 24 Tamara Nersesián.
El acoso a periodistas por parte de las autoridades ucranianas fue criticado por la OSCE, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y la Unión de Periodistas de Ucrania, que denunció que las autoridades no toleran a los informadores críticos y tratan de desacreditarlos al calificarlos de "agentes de Moscú".
El Ministerio de Exteriores ruso también expresó su indignación por la violación por parte de Kiev de sus compromisos sobre la libertad de prensa, y pidió a la UE y EEUU que condenen las medidas del Gobierno ucraniano que contradicen los derechos internacionales.