La noche del domingo, según comentó el presidente serbio, todos los diplomáticos de la embajada de Serbia en Skopie, capital de Macedonia, fueron llamados a consultas a Belgrado después de obtenerse "pruebas de una intensa actividad dirigida contra organismos serbios".
El canciller macedonio, Nikola Dimitrov, declaró oficialmente que Macedonia no planificó, ni organizó, ni llevó a cabo labores de espionaje contra Serbia.
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Este 23 de agosto, el primer ministro macedonio, Zoran Zaev, visitó Belgrado para examinar las tensiones diplomáticas directamente con el mandatario serbio.
Las partes acordaron además desarrollar las relaciones económicas e incrementar el intercambio comercial, así como ayudarse mutuamente en su camino hacia la Unión Europea.
El presidente de Serbia ya había comentado el 21 de agosto que Belgrado seguiría manteniendo estrechas relaciones con Skopie.
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En octubre de 2015, Macedonia respaldó la entrada de Kosovo en la Unesco y este mes de agosto anunció que durante la próxima votación procedería conforme a la postura que adopte la mayoría de los miembros de la UE.