"La decisión de (la primera ministra) Theresa May de invitar a Donald Trump a una visita de Estado siempre ha sido controvertida y ahora debe rescindirse inmediatamente", insta Nick Dearden, director de Justicia Global Ahora.
May extendió la invitación durante su primer encuentro oficial en la Casa Blanca, el pasado enero, pero sucesivas polémicas desde entonces han dificultado la confirmación pública de la fecha del viaje.
"No veo ninguna equivalencia entre los que proponen ideas fascistas y los que se oponen a ellas", señaló la primera ministra.
Nigel Farage, exlíder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), secundó la declaración inicial y final de Trump sobre los enfrentamientos en Charlottesville.
"Hay un fascismo muy violento e intolerante en la izquierda y es vergonzoso que muchos ignoren este hecho para aprovecharse políticamente", denunció el todavía parlamentario europeo en su programa en la emisora de radio LBC.
Dearden advirtió a su vez que "estamos presenciado despuntes" de crímenes de odio racista en Reino Unido.
Le puede interesar: La protesta contra Trump cierra el centro de Londres
La diputada laborista, Jo Cox, fue asesinada en plena calle durante la campaña del referéndum Brexit de 2016 por un individuo de la extrema derecha.
Una petición anterior contra la visita oficial del presidente de EEUU recibió 1.8 millones de firmas a principios de 2017.