"He convocado al Embajador para enfatizar en los términos más fuertes la condena de Reino Unido de su último lanzamiento de misil", declaró Mark Field, secretario de Estado para Asia y el Pacífico.
De acuerdo con el diplomático británico, el nuevo desafío de Kim Jong-un es una "violación directa de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad" de la ONU.
"Llamo al régimen de Corea del Norte a que cambie de rumbo y se enfoque en el bienestar de su pueblo en vez de en el ilícito desarrollo de sus programa nuclear y de misiles balísticos", añadió el también parlamentario conservador.
El canciller del Reino Unido, Boris Johnson, abogó por una contundente respuesta internacional a la acción del dictador norcoreano.
"La comunidad internacional debe redoblar los esfuerzos para imponer un precio a este régimen, que explota todos los recursos para construir armas nucleares y lanzar misiles ilícitos aunque los coreanos sufren hambruna y pobreza", denunció el jefe de la diplomacia británica.
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Londres confía en abordar la polémica con el resto de líderes mundiales en la ONU y la cumbre del G20.
