"Es necesario luchar con este fenómeno a nivel europeo, en primer lugar mejorando el intercambio de desplazamientos, entradas y salidas en el territorio de la Unión Europea, y en segundo lugar, en el contexto de la cumbre del G7 en Sicilia, al presionar a los principales representantes del mercado de internet para luchar contra la radicalización", dijo.
A finales de mayo los líderes del Grupo de los Siete (G7) en una declaración conjunta firmada en la cumbre de Taormina (Italia) acordaron tomar medidas para "cortar las fuentes y los canales de financiación del extremismo violento", así como "combatir el uso indebido de internet por parte de los terroristas".
Gentiloni subrayó que "la web es un instrumento de nuestra libertad que no puede convertirse en terreno fértil para fomentar amenazas a nuestra seguridad".
Según el primer ministro italiano, esas medidas podrían reducir el "fundamentalismo islámico como fuente de amenaza terrorista".