Dodon indicó que el Ministerio de Exteriores y el Servicio de Información y Seguridad no informaron sobre su decisión de expulsar a los diplomáticos rusos ni al Consejo de Seguridad, ni al presidente moldavo.
"Al recibir la información presentada, puedo expresar la opinión de la mayoría de los miembros del Consejo Supremo de Seguridad que no hubo bastante premisas para adoptar medidas tan estrictas", dijo.
El líder moldavo señaló que "la expulsión de cinco diplomáticos es un paso político, y más bien geopolítico".
La embajada rusa en Chisinau recibió el 29 de mayo una nota que constataba que cinco diplomáticos de Rusia fueron declarados personas no gratas en Moldavia.
El primer ministro moldavo, Pavel Filip, afirmó que la decisión fue tomada a partir de la información recibida de los servicios de seguridad.
Los diplomáticos moldavos salieron para su país el 3 de junio.
Dodon, en el cargo del presidente de Moldavia desde finales de diciembre pasado, calificó de indignante la expulsión de diplomáticos rusos por el Gobierno de su país y la catalogó de provocación.