En esta fase inicial del proceso GMB se ha dirigido por escrito al regulador Transport for London (TfL) "recordándole sus obligaciones con todos los usuarios" de un medio de transporte.
"GMB ha empezado el proceso de una acción legal contra TfL para asegurar que forzarán a Uber a garantizar prácticas de trabajo seguras y los derechos básicos laborales de sus contratados", señaló Warren Kenny, coordinador sindical en la zona.
GMB obtuvo una "rompedora victoria" en otoño 2016 cuando el Tribunal de Empleo de Londres falló en contra de la firma estadounidense que proporciona redes de transporte a través de una aplicación digital móvil.
El magistrado echó por tierra el modelo de negocio de Uber de tratar a todos sus conductores como trabajadores autónomos a cuenta propia, sin los derechos básicos de un empleado de plantilla.
Uber ha recurrido esta sentencia que le obligaría a rehacer sus contratos y asegurar el salario mínimo y vacaciones pagadas de sus trabajadores, entre otras condiciones laborales.
GMB, que apoyó la acción judicial de conductores de Uber, reclama ahora al regulador londinense que imponga estas mínimas condiciones laborales antes de renovar la licencia del revolucionario y polémico proveedor de taxis.
"Tenemos numerosas pruebas de una cultura de excesivas horas (al volante) por parte de trabajadores que intentan llegar a final del mes con pagas con frecuencia debajo del salario básico", denunció Maria Ludkin, directora legal en GMB.
El sindicato presentó ante el Tribunal el caso de un conductor al que Uber pagó 5,03 libras por hora, unas 2,17 libras menos que el mínimo reglamentario, una vez descontados gastos y tarifas de la empresa.