Los turistas que de repente han aparecido por el lugar quieren visitar en realidad la llamada roca del Púlpito, un espectacular mirador con vistas a un fiordo que es una de las mayores atracciones turísticas de la zona.
Según los medios locales, la sorpresa entre los pocos habitantes de Fossmork fue mayúscula, y actualmente entre 10 y 15 vehículos pasan por el lugar diariamente, según informa El Periódico, que cita a medios locales.
"Conseguimos hablar con turistas chinos, japoneses y un estadounidense incluso quería comprar una cabaña. El lugar le parecía fantástico", explicó Gunnar Boe, vecino de la aldea, en declaraciones a la prensa noruega.
Por lo visto, Google Maps enviaba a los turistas a Fossmork cuando querían dirigirse a la roca del Púlpito, situada a 30 km de distancia.