"Crecieron por encima de un tercio el año pasado con el propósito de asegurar el derecho a residir, trabajar y estudiar en Reino Unido después del Brexit", señala el rotativo que interpuso una petición en la Oficina de Pasaportes bajo el amparo de la ley de Libertad de Información.
Este dato representa un aumento del 35% respecto al año y duplica el margen de diferencia entre 2014 y 2015, según afirma el FT.
Francia contabilizó el mayor número de peticiones en 2016: un total de 2.369 y un aumento del 28% respecto al año anterior.
En Alemania las solicitudes se dispararon un 60% hasta un total de 2.140 en 2016.
Unos dos tercios del total de solicitudes son menores de edad, según puntualiza el diario.
Aun no hay cifras firmes del número de comunitarios residentes en Reino Unido que han pedido la nacionalidad o el permiso de residencia permanente empujados por la incertidumbre respecto a su situación una vez que se consuma el Brexit.
Pero el alto nivel de consultas ha llevado al ministerio de Interior a incluir una nota reaseguradora en su portal digital en las últimas semanas.
"No es necesario hacer nada como resultado de la activación del Artículo 50 y no habrá ningún cambio en los derechos y el estatus de los nacionales de la UE residentes en Reino Unido mientras el Reino Unido continúe dentro de la UE", avisa la nota.
El futuro de los más de tres millones de nacionales del grupo de los Veintisiete que viven en Reino Unido y del millón largo de británicos asentados en el continente será tema prioritario en las negociones del divorcio, pero no hay garantías de una resolución rápida y sencilla.
Pensiones y sanidad serán cuestiones duras de pelar pero la idea avanzada por Bruselas de mantener a la Corte Europea de Justicia como amparo y guardián de los futuros derechos de todos los ahora "expatriados¨ se vislumbra entre las líneas rojas que los brexiteros radicales ingleses no están dispuestos a cruzar.
