"Mi decisión se debe a que estoy seguro de que esto ayudará a eliminar las fuertes tensiones que han surgido recientemente en torno a la situación en Siria. Aunque no participé en ningún tipo de violación, ni siquiera sabía de ello, creo que mi retiro contribuirá a restablecer la tranquilidad", afirmó Olsen, citado en el comunicado de la empresa.
"Aunque entiendo que los responsables de la planta siria parecen haber actuado, en su opinión, de acuerdo con los intereses de la compañía y los empleados… no puede haber compromisos cuando se trata de las reglas y la conformidad con las normas… Nos comprometemos a garantizar que este tipo de eventos nunca se repita en LafargeHolcim", cita otro comunicado las palabras de Hess.
Anteriormente, LafargeHolcim admitió que la dirección de su planta ubicada en el noreste de Siria "transfería fondos a intermediarios para ponerse de acuerdo con ciertos grupos armados" entre 2012 y 2014.
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En junio de 2016, el periódico francés Le Monde reveló que tenía a su disposición documentos que probaban que una de las plantas de esta empresa especializada en la producción de hormigón estuvo financiando indirectamente al grupo terrorista Daesh —prohibido en Rusia y otros países— durante más de un año y medio.
La planta terminó sus actividades en Siria el 19 de septiembre de 2014.