"Existe la sospecha de que 2,5 millones de votos han sido manipulados", declaró Korun.
La ley otomana solo permite el uso de sobres de votación oficiales. Sin embargo, las autoridades electorales decidieron admitir sobres sin sellos oficiales, explicó a modo de ejemplo la observadora.
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Por otro lado, la OSCE denunció la falta de neutralidad en la cobertura mediática del referéndum.
"Nuestro monitoreo reveló que la campaña a favor del sí dominó la cobertura mediática. Y eso, unido a las restricciones a los medios de comunicación, las detenciones de periodistas y el cierre de medios, limitó el acceso de los votantes a una pluralidad de puntos de vista", expresó la jefa de la misión de observación enviada por la OSCE al plebiscito, Tana de Zulueta.
El jefe de la delegación de la PACE, Cezar Preda, también comentó el referéndum turco.
"En general, el referéndum no cumplió con las normas del Consejo de Europa y el marco jurídico fue inadecuado para la celebración de un proceso genuinamente democrático", afirmó el parlamentario rumano.
El pasado 16 de abril, más del 51% de los turcos, según el escrutinio preliminar, avalaron la reforma constitucional que convertirá a Turquía en una república presidencialista.
Según el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, la aplicación de la reforma constitucional marcará "nuevas victorias" para el país tras convertirse en una república presidencialista.