Se comunica que inicialmente los investigadores suponían que la mujer fallecida era una ciudadana alemana desaparecida durante un crucero en febrero de este año.
Sin embargo, según la prensa, tras el peritaje y el análisis de huellas dactilares se reveló que era una ciudadana rusa que llevaba varios años en Italia y tenía permiso de residencia.
La policía italiana, que no encontró signos de muerte violenta o indicios de ahogamiento, no descarta un motivo criminal y supone que la causa de la muerte podría haber sido agotamiento a causa de condiciones precarias de vida.
Además, los medios informan que durante los últimos meses de la vida la mujer fue varias ingresada en hospital por anorexia; se precisa que en el momento de la muerte tenía un peso de apenas 35 kilogramos.
La embajada de Rusia en Roma envió solicitud de información a las autoridades italianas en relación con el incidente, informó a Sputnik un representante de la misión diplomática.
"Si su ciudadanía se confirma, vamos a investigar otras circunstancias", dijo la fuente añadiendo que no le queda claro de dónde la policía italiana recibió información sobre la supuesta nacionalidad rusa de la mujer fallecida.
