Debido a la llegada a Estonia de las fuerzas militares de la OTAN, los soldados del país báltico se verán obligados a trasladarse de sus habitaciones habituales a un campamento, informó el medio estonio Err.
Cada tienda tiene capacidad para 20 personas y cuenta con camas militares y acceso a la electricidad. Según oficiales estonios, las condiciones son significativamente mejores que en la mayoría de los campamentos militares.
Actualmente, se están construyendo tres cuarteles para alojar tanto a los soldados estonios, como a un contingente de tropas de la OTAN, en un territorio militar de la ciudad de Tapa. El presupuesto para la expansión de la base militar en Tapa es de 38 millones de euros —cerca de 41 millones de dólares—.
La medida acerca del despliegue rotativo de batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia fue adoptada en el año 2016, en el marco de la cumbre de la OTAN en Varsovia, a petición de estos países.
Buena parte de los soldados estacionados en Tapa son británicos, que llegaron a Estonia a mediados de marzo. El despliegue total de las tropas se completará en la primera quincena de abril.